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domingo, 28 de marzo de 2010

Reduciendo el ruido de la PC


Vamos a hacer un sencillo ejercicio de evocación: cerremos los ojos e imaginemos que estamos en la pista de aterrizaje de un aeropuerto. Seguro que a alguien le ha sido más sencillo recrear la situación, y precisamente sea por el ensordecedor ruido que hace su computador de escritorio.

A medida que avanza la potencia y velocidad de los PC, es inevitable aumentar su refrigeración para que no se sobrecalienten a la primera de cambio. Sin embargo, disponer de un buen ordenador no está reñido con el silencio si tienes cuidado en algunos aspectos y, sobre todo, si pones empeño en que todos sus componentes sean de calidad.

A continuación veremos algunos consejos que te ayudarán a silenciar el sofocante siseo de tu ordenador.


Antes que nada, recuerda siempre que hay dos factores que intervienen en la cantidad de ruido de tu torre. Uno es la vibración y las turbulencias que producen los componentes mecánicos, el giro de los ventiladores y el viento que circula por la torre; el otro es el rozamiento de dichas piezas entre sí cuando se desgastan, y también con la suciedad que se acumula en las rendijas de ventilación.

Detección del ruido

La mayoría de las veces, la causa del ruido del ordenador viene de un solo lugar. Para evitar gastos innecesarios de tiempo y dinero, es conveniente que localices la pieza o piezas causantes del molesto sonido.

Lo más rápido en estos casos es ir conectando los componentes uno por uno, empezando por la fuente de alimentación y acabando por los periféricos menos esenciales: altavoces, lectores y grabadores de discos, etc. En este punto, normalmente, se detecta también si la pieza está defectuosa o simplemente necesita una buena limpieza.

Organizandolo por dentro
El computador de la izquierda te daría problemas… y no sólo de ruido

Echa un vistazo rápido dentro de tu equipo y verás de tres a cinco ventiladores. Es normal que, con tal cantidad de aire generado, al pasar entre cables y componentes se produzca fricción y, por lo tanto, ruido. Una forma de evitarlo es mantener los cables apartados del flujo de viento y sujetos en racimos. A ser posible, procura que las fajas que los agrupen sean compactas y flexibles, y evita a toda costa usar gomillas o cinta aislante, ya que con el tiempo se secan y destruyen.

Las unidades de disco son componentes que también necesitan ser revisados dentro de la torre. Procura que estén siempre bien atornillados a la caja porque, en caso contrario, la vibración al leer o grabar un disco se transmite al resto de la misma.

Del mismo modo, asegúrate de que la posición de la propia torre sea la adecuada. Una superficie sin desniveles y un buen agarre amortiguarán cualquier vibración que produzcan los ventiladores. Un remedio fácil y económico es usar trozos de alfombrilla de ratón como sujeción, siempre y cuando no bloqueen la salida inferior de aire.

Sobre todo, limpieza

No es un consejo de madre, sino una obviedad. Con el tiempo, el polvo se acumula e introduce por cualquier rendija. Esto perjudica doblemente ya que, por una parte, causa fricción entre las aspas y los ejes de los ventiladores y, por la otra, bloquea la salida de aire y obliga al equipo a aumentar sus revoluciones para mantenerse fresco.

Una vez cada pocos meses, procura pasar una pequeña aspiradora por los lugares conflictivos: ventiladores, disipadores cercanos, ranuras por donde salga el aire… Si vas a usar un trapo, asegúrate antes de librarlo de toda corriente estática que pueda tener.

Si ninguna de estas soluciones caseras te ayuda a acabar con el molesto zumbido de tu torre, seguramente necesites un cambio de componentes. (Ya lo veremos más adelante)

Está claro que una buena limpieza o asegurarse que las piezas estén bien sujetas ayuda, pero no tiene por qué ser suficiente.

Cuando los remedios caseros no den resultado, la billetera puede comenzar a temblar. Lo más seguro es que las piezas conflictivas estén defectuosas o sean de baja calidad, por lo que no te queda más remedio que actualizar tu equipo con componentes que mantengan un equilibrio entre buena refrigeración y bajo ruido.

¿Necesitas un cambio de componentes?


Vamos a revisar, parte a parte, las opciones de hardware más silenciosas.

Fuente de alimentación La pieza que casi siempre causa problemas de ruido y sobrecalentamiento, es también a la que menos importancia se le suele dar al elegir componentes. Para que no taladre tus oídos, puedes acudir a marcas de confianza como Thermaltake, Antec, Seasonic o Enermax. Busca siempre el mayor diámetro de ventilador, que se traduce en un mayor flujo de aire por revoluciones y, por tanto, menor ruido.

Si cuentas con más presupuesto, las fuentes de alimentación sin ventiladores, que funcionan a base de disipadores pasivos, son la opción más silenciosa. Eso sí, solo para cajas grandes y con una buena ventilación.

Ventilador de la CPU. Es el componente que más temperatura llega a alcanzar, así que necesita una buena refrigeración. De nuevo, si tu caja es grande y está bien ventilada, puedes optar por un disipador pasivo, pero es más asequible un buen ventilador de gran tamaño, de ocho a doce centímetros de diámetro, junto a un disipador de tamaño normal.

La refrigeración líquida también es una opción, pero realmente no es de facto más silenciosa, sino que depende de la calidad de los rotores.

 

Ventilador de tarjeta gráfica. Se puede aplicar el mismo criterio que para la CPU. Sin embargo, las tarjetas gráficas actuales cuentan con un problema que hay que solventar. Han evolucionado bastante en potencia y, por tanto, en temperatura, pero las torres siguen sin dejarles el espacio de ventilación necesario. Hay soluciones externas de pequeño tamaño que, bien montadas, son casi imperceptibles, pero si cuentas con una tarjeta a partir de la gama media-alta, casi siempre su propio ventilador será suficiente.

Unidades de Disco. La opción más sencilla, si el presupuesto no es problema, es eliminar todo rastro de componentes mecánicos. Unidades SSD (en estado sólido) para el almacenamiento masivo y unidades flash (las ya comunes tarjetas y lápices de memoria) para el extraíble. Sin embargo, esta solución requiere de un desembolso y sacrificios que no muchos están dispuestos a aceptar por el momento.

Así pues, en cuanto a discos duros, puedes optar por Western Digital como referente en cuanto a silencio, aunque la reputación de Samsung o Seagate al respecto aún se mantiene en algunos de sus modelos recientes. Eso sí, procura que cuente con una caché alta para reducir el acceso a disco.

Ventiladores de caja. Hasta hace un tiempo se pensaba que la mejor solución para evitar el ruido en este aspecto era no poniendo ventiladores, y de hecho era una pieza opcional en muchas torres ATX, sobre todo clónicas y de gama baja. Sin embargo, el flujo de aire es necesario desde el frontal inferior a la parte trasera superior, lo cual requiere un par de ventiladores, que deberían ser cuanto más grandes mejor. Tampoco vendría mal un filtro de polvo que te asegurase el menor bloqueo y fricción posibles. Nexus y Scythe son marcas a seguir en este apartado.

Caja o Torre. Son muchos los factores que intervienen en la dualidad ruido/temperatura que puede generar la caja del PC:

·         El material en el que está construido: no hay mucha diferencia de refrigeración entre el aluminio y el acero. Sin embargo, las carcasas de aluminio, si son de baja calidad, suelen amplificar más el ruido de algunos componentes.
·         Los conductos de ventilación: la clave no es que haya cuantos más agujeros mejor, sino que estén situados de modo que no se interrumpa el flujo óptimo de aire y el ruido salga al exterior de la forma más indirecta posible.
·         La colocación de los elementos: hay cajas que montan la fuente de alimentación o los discos duros cerca de la base. Así, la vibración que producen se transmite a zonas de mejor suspensión. En cualquier caso, lo importante es que los componentes mecánicos queden lo mejor atornillados posible.
·         Embellecedores: estéticamente pueden quedar muy bien (algunos no tanto) pero, en realidad, no hacen más que aumentar las partes móviles del equipo y, en consecuencia, propagar más las vibraciones.
·         Solidez de los cierres: para ser silenciosa, la caja de un ordenador ha de ser lo más parecido a un bloque macizo. Si las zonas de apertura no están juntas con firmeza, la vibración de otros elementos se propagará aún más, generando un desagradable zumbido.

De nuevo, marcas como thermaltake, Antec o Zalman son las más recomendables por tener en cuenta estos elementos y tampoco sacrificar demasiado en estética y refrigeración. Otra pequeña ayuda puede ser instalar paneles de espuma acústica que absorben el ruido, pero bloquean las salidas de ventilación, por lo que has que tener cuidado con las altas temperaturas que se pueden generar.

Soluciones por software


Existen dispositivos que, conectados al ordenador, controlan la potencia de los ventiladores. Son accesibles y quedan bien, no cabe duda. Pero si quieres algo sencillo y económico, manejar estos parámetros a través de una aplicación es lo más lógico. Hoy en día es raro encontrar una placa base sin un software que regule la velocidad de giro de los ventiladores. Aun así, para un mayor control, puedes acudir a programas gratuitos como SpeedFan, que cumplen muy bien su cometido.

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